Editorial Cristiana Continental de las Asambleas de Dios
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El ministerio educativo de las Asambleas de Dios ha acompañado siempre su devenir histórico. Desde sus orígenes, nuestra denominación comprendió el imperativo estratégico de discipular a los fieles, habilitándolos para vivir y servir de acuerdo a los preceptos bíblicos.
Por ello ha actuado en consecuencia, con un programa que se ha ido consolidando, adaptándose a las necesidades de cada época y modificando sus estructuras educativas para responder continuamente a las necesidades planteadas, manteniendo una visión de superación.
Desde su inicio formal las Asambleas de Dios implementó progresivamente el programa de la Escuela Dominical para atender a las necesidades de los fieles. En la Convención Constituyente de 1929, al organizarse como denominación nacional e independiente, las Asambleas también adopta a la Escuela Dominical como elemento constitutivo de sus programas, pues la misma Convención determinó que se redactara material para el estudio dominical, llamado El Expositor Pentecostal.
De hecho, la Escuela Dominical fue durante mucho tiempo sinónimo exclusivo de educación cristiana. Los siguientes aspectos deben de ser considerados: El hermano Rubén J. Arévalo, por acuerdo del Presbiterio Ejecutivo, fue el primer Director General de Escuelas Dominicales, a partir de 1946. En este mismo año, en la XVII Convención (Concilio) Nacional, efectuada del 27 noviembre al 1 de diciembre, en la ciudad de Monterrey, se institucionalizron La Guía Dominical y El Expositor Evangélico como materiales de estudio para las escuelas dominicles de ese tiempo.
En la XX Convención (Concilio) Nacional, del 21 al 23 de agosto de 1949, en la ciudad de México, se aprueba la formación del Departamento Nacional de Escuelas Dominicales. El hermano Arévalo publicó por cierto tiempo lecciones para la Escuela Dominical, llamadas El Expositor, en Gavillas Doradas.
La XXXV Asamblea Conciliar reunida los días 30 de noviembre al 3 de diciembre de 1978, en Mérida, y debido a una evidente necesidad en el seno de la iglesia nacional, resolvió que se constituya el Departamento Nacional de Educación Cristiana de las Asambleas de Dios (DEC). El XXXVII Concilio Nacional, efectuado en 1982, en Mazatlán, autorizó al DEC a constituirse en un cuerpo técnico que elaborara los diferentes materiales educativos de las Asambleas de Dios.
Esta resolución permitió que a partir de 1984 iniciara sus actividades la editorial propia de las Asambleas de Dios: ECCAD, la Editorial Cristiana Continental de las Asambleas de Dios, que con el tiempo vendría a tener identidad y programas propios.
Actualmente ECCAD es presidida por una Junta Administrativa, integrada por el Superintendente General, como Presidente; el Secretario General, Vicepresidente; el Tesorero General, Vocal; el Director Nacional de Educación Cristiana, Vocal, y por tres directores que encabezan cada una de las áreas: Administrativa, de Materiales Educativos y de Materiales Infantiles.